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Se acaba otro año, le quedan poco menos de 4 horas, para este entonces la mayor parte de la gente empieza con sus rituales raros para recibir un año y de esa forma hacer que mágicamente éste sea lo que siempre habían querido de la vida... En muchos lados lo festejan a lo grande, en restaurantes súper nice con amigos o también los que se sienten condenados a pasarla "en familia" en alguna casa donde hasta el perico es invitado.
Entre vestidos, camisas, corbatas o pijamas, cada quien está poniendo en su mente en algún momento de estas últimas horas deseos y/o propósitos que no habían pensado en ningún momento del año y ahora piden con fervor o imaginan que cumplen. Y qué tal los borregos que inundan las redes sociales con disque buenos deseos comunales (de nuevo)...
En lo personal, este año ha sido el peor/mejor de todos, dije hola al perdón a mi misma y digo adiós a un año de terror, donde había empezado muy bien en los primeros 4 meses, desde la linda compañía de cuadritos rojos y blancos para festejar con mis capricornios favoritos, hasta haber logrado algo muy importante (que sólo es el inicio) de aquello que continuaré haciendo hasta que mis piernas ya no puedan más. Este año he sufrido los mayores desajustes emocionales que jamás creí, puedo decir que a estos veintitantos años he visto y he vivido de todo, desde sentir los mayores miedos de la vida al intentar dormir y tener las peores pesadillas que culminan en un lugar quién sabe dónde en manos de sombrerudos montaperros, la decepción de lobos-amigos vestidos de ovejas que te quieren cuervear cuando el cuerpo es un bulto, hasta la sensación doble navaja que atraviesa el corazón por el filo más cruel y mortal de la traición.
Una de las mayores pruebas de paciencia la he tenido este año también, al tener al mayor tirano de mierda como jefe, jamás había estado tan cerca de alguien así, puedo decir que conozco al ser más despreciable, mentiroso, fraudulento, triquetero (como decía Chef G), egoista, ilógico y pendejo del mundo. Dicen que no hay que desearle mal a nadie, pero es imposible no desearle que lo viole un león marino por todo el daño a terceros que pude presenciar que hizo. Esto hizo que de la mayor prueba de valores y apego a mi profesión saliera victoriosa (y eso que no he hecho el juramento), al no solapar ni cubrir la espalda de una (lo que parece ser) persona así. Me siento orgullosa que pueda recordar mi nombre y saber que esa mujer le pegó en el ego misógino al no dejarse tratar como acostumbra a los demás que ve debajo del hombro. De verdad, espero que termine en la cárcel, ahí pertenece, junto el puto acosador de mierda rabo verde, el cual conoce de mkting de la misma forma que sabe cómo escanear a una mujer y derrumbar más su puto ojo libidinoso sobre ella.
De todas estas altas y más bajas que existieron este año, lo puedo rescatar es... haber conocido al hermoso representante de ventas de mi proveedor de charolas!!! (sooooo cuuute!!!!! *babea y sale corriendo por todo el lugar agitando brazos*) Ok, no, lo que puedo rescatar es ahora poder ser una mujer más sabia, más tranquila, más precavida en cuanto a reservar mi confianza solo a aquellos que han demostrado estar ahí para levantarme cuando más profundo caí, a quienes limpiaron mis lágrimas y las compartieron conmigo, a quienes apaciguaron mis gritos de dolor con un abrazo o con un oído, a quien me ayudó a patear los gusanos para enterrar por siempre ese hechizo, a quienes tan sólo estuvieron para limpiar mi alma y renovar mi ser.
Aún me falta una cosa muy importante por hacer y terminar, la cual la última parte del año quise apresurar, pero las trabas y "viajes inesperados" de ciertas personas de las cuales necesitaba una firma, hicieron que una vez más confirmara lo que muchas veces pensé: las cosas suceden con algo; y es por esto mismo que ya quiero que los últimos minutos que le quedan de vida a este año, se terminen lo más rápido posible para ponerle el punto final y poder levantar la copa con los sentimientos más profundos de mi ser con la firmeza de la esperanza renacida que ya había muerto en mi...
It's my turn now...